
Hubo un tiempo en que decidí renunciar a creer en mis propias verdades.
Mi disco de Oasis ronronea desde la habitación. Me acerco; gime porque el tiempo y el uso renunciaron a él, vaciándolo malherido. Sin embargo, esta noche voy a pedirle permiso una vez más. Al hacerlo, dice que tomé mi realidad de las mentiras que aprendí. Mentiras que suspendo en el aire, esperando hieran así, a mi otro ego refractario e insumiso.
Esas medias verdades son las mismas que un día me hicieron perder el camino así, de repente, en el corazón de Barcelona.
Y tiene razón. Alguien ha debido agujerear el concepto espacio-tiempo esta noche porque resbalan sobre mí las lágrimas del averno y mis certezas empiezan a colarse. Sólo sé que todos los comienzos han decidido romper sus promesas y que el alma que me han vendido empieza a renquear como si fuera, ya, muñeca de segunda mano.
1 comentario:
¿Las medias verdades no son como medias mentiras?
bs!
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