miércoles, 6 de enero de 2010

Memento mori




Buscar vivir la vida sintiendo a cada momento el amor en la mente y en el cuerpo el dolor al final me hará miserable.

Me gustaría encomendarle mi corazón a la Historia para que lo custodie y no deje que vuelva a enamorarme, para que viva amando sólo el arte y me lo entregue de nuevo el día que se presente ante mi la divina diosa del pasado, en forma de hombre e interpretando el Verano de Vivaldi.

Hasta entonces mi pecho vacío reciba el sexo con pasión y el sentimiento con sufrimiento para que mi amor sea esclavo sólo de ti y no se de a ningún otro, que mi corazón así lo quiere y a razón quedará confinado en una arquitectura invisible.


Así lo dicto y así sea,
pues no quiero amar sino es a ti
y sin ti que no ame
por ahora y para siempre

1 comentario:

Nachete dijo...

El dolor no te hará miserable. Te hará sentir miserable.

Y el amor no se puede reservar para una sola persona hasta la eternidad. Y menos aún si no posees a tal individuo.

A veces hay que dejar al amor que entre, al menos que quieras que estalle una hecatombe dentro de ti.